Al leer, nuestro cerebro se enfrenta a nuevos estímulos, lo que lo hace trabajar de una manera diferente. Esto permite que el cerebro se desarrolle de una manera mucho más rápida y profunda.
Un libro puede ser usado como una herramienta para adquirir conocimiento, expandir los límites de nuestra imaginación y aumentar nuestra creatividad. La lectura también ayuda a desarrollar habilidades tales como la comprensión y la síntesis lectora, el pensamiento crítico, la capacidad de análisis y la memoria a largo plazo.
Además, leer libros puede ayudar a reducir el estrés, ya que nos aleja de las situaciones cotidianas y nos proporciona un momento para relajarnos y desconectar. Esto nos permite recargar energías y recobrar el equilibrio emocional.